PLAN DE IGUALDAD – I.E.S. SANTA LUCÍA

Uno de los mecanismos de discriminación del lenguaje es el uso del masculino como genérico, de este procedimiento se derivan los fenómenos siguientes:

1. Invisibilización de las mujeres: simplemente, ellas no constan.

2. Exclusión: se las omite abierta y deliberadamente.

3. Subordinación: aparecen en posición de objeto pasivo, objeto del habla.

4. Desvalorización: se las menciona como inferiores o como ejemplo de inferioridad cuando se trata de una comparación. (SAU, VICTORIA. 2001. Diccionario Ideológico Feminista, Volumen II. Barcelona: Icaria. Págs. 158 y 159)

La necesidad detectada desde diferentes instancias, organismos e instituciones por intentar incluir la presencia de las mujeres y de lo femenino en diferentes tipos de textos ha llevado a la aplicación de diferentes procedimientos que han intentado solucionar esta necesidad. De entre ellos, los más conocidos son:

  • La barra : Entre los usos que la Ortografía de la Academia recoge para el signo barra (/) se halla el de indicar dos o más opciones posibles cuando se emplea entre dos palabras (solo/sólo, así mismo/asimismo) o entre una palabra y un morfema (Querido/a amigo/a). (VARIAS AUTORAS. 2002. Manual de Lenguaje Administrativo no Sexista. Málaga: Universidad de Málaga y Ayuntamiento de Málaga. Pág. 87). Los dobletes del tipo o/a, o-a, o(a), constituyen una buena solución para textos breves o con apariciones espaciadas. Si se opta por esta forma de concordancia, deberá aplicarse no sólo a los sustantivos, sino a todos los elementos oracionales que con ellos concuerdan: adjetivos, participios, etc. (VV.AA. 1991. Manual de estilo del lenguaje administrativo. Madrid: Ministerio para las Administraciones Públicas. Pág. 159)

 

  • La arroba : No es recomendable su utilización pues no se trata de una grafía de la lengua castellana, pese a que existe una tendencia a utilizarla generalmente en sustitución de la terminación «-os» del masculino usado como genérico con la intención de introducir la doble marca de género, masculino y femenino. De esta manera empezamos a ver l@s niñ@s como alternativa a “los/as niños/as” o simplemente a “los niños.” Si bien puede resultar un recurso alternativo en un cierto tipo de mensajes o de textos con un contexto no muy formal, no es apropiado su uso en contextos formales.